La eutanasia es la más controvertida de las opciones de “muerte asistida”. También es la opción con los argumentos más fuertes. Antes de hablar de los argumentos a favor de la eutanasia, es importante entender exactamente lo que implica. Aunque a menudo se discuten como un solo concepto, el suicidio asistido y la eutanasia son en realidad prácticas bastante diferentes.
La eutanasia consiste en poner fin a la vida de otra persona (normalmente con su consentimiento), generalmente porque el sufrimiento supera un umbral aceptable. Por ejemplo, un enfermo terminal puede pedir que se acabe con su vida para no tener que sufrir más dolor o angustia mental. En el suicidio asistido, en cambio, un tercero ayuda a otra persona a quitarse la vida, pero no participa directamente en la terminación de la vida (por ejemplo, administrándole una inyección letal). En este artículo, examinamos tres argumentos convincentes a favor de la eutanasia, y algunas limitaciones de cada uno de ellos.
Eutanasia en nombre de las personas que sufren
Si alguien sufre insoportablemente, ¿por qué tenemos el deber de no causarle más sufrimiento? Muchas personas creen que esa persona tiene derecho a morir para acabar con su sufrimiento. Otros creen que una persona tiene derecho moral a la eutanasia aunque no esté sufriendo insoportablemente. El argumento más destacado a favor de la eutanasia en nombre de las personas que sufren es el siguiente: El problema de la espera Este es quizá el argumento más extendido para aplicar la eutanasia a las personas con enfermedades terminales. Ha sido promovido por el ex primer ministro británico David Cameron, el Papa Francisco, la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas.
El argumento es algo así: Las personas con enfermedades incurables suelen sufrir terriblemente mientras esperan el tratamiento. Pueden vivir durante años con mucho dolor y completamente dependientes de otros. A menudo el tratamiento llega demasiado tarde o no funciona. Cameron declaró en 2015: “El problema aquí es que no estamos haciendo lo suficiente para animar a la gente a avanzar, a adelantarse a la tecnología y a retrasar lo que puede ser la última fase de sus vidas.” El Papa Francisco estuvo de acuerdo y dijo: “La desigualdad en la distribución de los servicios sanitarios conduce a la exclusión de las minorías y los grupos vulnerables, lo que a su vez supone una carga injusta para toda la sociedad.”
La OMS declaró en 2016: “Las personas con discapacidades experimentan importantes barreras en el acceso a los servicios y tratamientos sanitarios, incluyendo retrasos en el diagnóstico y en el acceso a los cuidados paliativos.” La ONU en 2015 instó a los estados miembros a ampliar el acceso a las leyes de eutanasia: “Las leyes de eutanasia deben ser modificadas para permitir a los médicos proporcionar la muerte asistida a las personas con discapacidad que lo soliciten, que estén experimentando un dolor severo y prolongado o que tengan una enfermedad persistente avanzada.” Hay un par de problemas con este argumento.
En primer lugar, no hay ninguna razón para pensar que las personas con enfermedades incurables tengan más probabilidades de sufrir de forma insoportable que las que están en remisión. Quizás este argumento se basa en una premisa falsa. En segundo lugar, no hay pruebas de que la legalización de la eutanasia vaya a suponer un aumento significativo del número de personas que la reciben. Algunos estudios sugieren incluso que dicha legalización podría conducir a una disminución del número de personas que reciben la eutanasia, porque sería mucho más fácil acabar con su vida sin la amenaza de ser perseguido.
Eutanasia para evitar el sufrimiento al final de la vida.
Muchas personas creen que es una gran injusticia causar sufrimiento al final de la vida. La eutanasia sobre esta base se promueve ampliamente como una forma de evitar el peor sufrimiento a las personas con una enfermedad terminal que no tiene cura. Hay muchas razones para apoyar este punto de vista. Una de ellas es la intuición general de que no debemos causar un sufrimiento innecesario. Además, muchas personas consideran que el sufrimiento al final de la vida es injusto porque carga a las generaciones futuras con los cuidados médicos de una enfermedad que mata al paciente.
El argumento más destacado para aplicar la eutanasia a personas con enfermedades terminales es el siguiente: El problema de la espera En este argumento, la eutanasia se utiliza para garantizar que las personas con una enfermedad terminal reciban tratamiento cuanto antes. Los pacientes con un pronóstico de menos de seis meses de vida pueden tener dificultades para aceptar que se les prive de la opción de acabar con su sufrimiento de la noche a la mañana.
El argumento es más o menos el siguiente: Si un paciente quiere acabar con su vida antes, pero su médico prefiere esperar hasta que pase más tiempo, se le puede aplicar la eutanasia para garantizar que reciba el tratamiento que desea. Hay un par de problemas con este argumento. En primer lugar, no hay pruebas de que esta práctica consiga lo que pretende. En segundo lugar, no hay ninguna razón para tratar a todos los pacientes con una enfermedad terminal como si fueran personas con capacidad de decisión médica. Los pacientes con una enfermedad terminal, como todos los demás, tienen derecho a que se les deje solos hasta que ya no sean competentes para tomar decisiones médicas.
La eutanasia como respuesta a la pérdida de autonomía.
Mucha gente cree que una vez que alguien es un paciente, el médico tiene el deber de proporcionar el mejor tratamiento posible, incluso si eso significa que el paciente es probable que muera. Desde este punto de vista, la eutanasia se convierte en una opción moral cuando las personas con una enfermedad terminal pierden la capacidad de tomar sus propias decisiones médicas. El argumento más destacado para aplicar la eutanasia a personas con una enfermedad terminal sobre esta base es el siguiente: El problema de la espera. Este argumento tiene la misma estructura básica que el anterior.
Se basa en la idea de que si una persona con una enfermedad terminal es incapaz de tomar decisiones médicas, se le debe dar la opción de recibir la eutanasia para garantizar que reciba la mejor atención médica posible. También hay muchas variaciones sobre este tema clave. Por ejemplo, se puede aplicar la eutanasia a las personas discapacitadas si ya no son capaces de tomar decisiones médicas, o se les puede aplicar la eutanasia si están demasiado enfermos para gestionar ellos mismos su atención médica. Sin duda hay argumentos de peso a favor del derecho de las personas con enfermedades terminales a tomar decisiones al final de la vida. Pero la eutanasia basada en la pérdida de autonomía es un argumento mucho más débil.
El problema de la espera
Hay dos problemas con el argumento de que la eutanasia de las personas con una enfermedad terminal está justificada porque sufrirán insoportablemente cuando pierdan la capacidad de tomar sus propias decisiones médicas. En primer lugar, no está claro que este sufrimiento sea peor que el que podría experimentar una persona con una enfermedad terminal si no se le diera la opción de recibir la eutanasia. En segundo lugar, incluso si aceptamos la proposición de que este tipo de sufrimiento es peor, la cuestión sigue siendo si permitir esta opción hará que más personas mueran antes que después.
Resumen
A menudo se habla de la eutanasia como si fuera un solo concepto. La verdad es que la eutanasia tiene muchos significados diferentes, y hay poco acuerdo sobre el uso del término. Algunos piensan que la eutanasia implica quitarle la vida a otra persona. Algunos piensan que sólo debería ser posible en circunstancias extremas. Algunos piensan que sólo debería permitirse si la persona moribunda lo pide. Otros piensan que la eutanasia debería estar disponible para personas con una enfermedad o discapacidad. El debate sobre la eutanasia es importante por muchas razones. La razón más importante, sin embargo, es que la eutanasia no es una buena solución al problema del sufrimiento. La medicina letal es una pendiente resbaladiza. Si la práctica médica se centra más en aliviar el sufrimiento humano, es probable que se produzcan menos muertes.
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